El sistema nervioso vegetativo regula la contracción cardíaca. El simpático actúa sobre el miocardio aumentando tanto la fuerza de contracción como la frecuencia cardíaca, por lo que aumenta el gasto cardíaco y, secundariamente, la presión arterial. Por el contrario, el parasimpático reduce la fuerza de contracción y la frecuencia cardíaca disminuyendo el gasto cardíaco y, secundariamente, la presión arterial.