Esta expresión significa que hoy en día las empresas no trabajan solamente en su región o en su país de origen, sino que tienen que abrir sus productos a otras zonas para llegar a mercados más extensos en los que colocar su producción. Estos mercados suelen ser culturalmente diferente a sus propias raíces. También se refiere a que la globalización permite que en un país vivan muchas personas de diferentes orígenes y que, por lo tanto, en la empresa puedan trabajar personas de nacionalidades y culturas muy diferentes.