Las empresas, en respuesta a la denominada demanda de consumo, se ven obligadas a fabricar productos o servicios diferentes a los existentes. Los consumidores quieren que en el mercado no falten los productos básicos (por ejemplo, barras de pan), pero piden productos que, sin ser básicos, se han convertido en objetos de consumo habituales (por ejemplo, el pan integral, las baguettes, los distintos panes de cereales, etcétera). Además, el grupo de población con un nivel adquisitivo alto exige a las empresas que diseñen y creen productos que solo ellos puedan consumir.