El asma profesional es una enfermedad que se caracteriza por una reacción inflamatoria de las vías aéreas respiratorias, causada por la aspiración, en el lugar de trabajo, de partículas o de vapores que actúan como irritantes o causan una reacción alérgica.El asma tiene una mayor incidencia en las siguientes ramas de actividad: la industria de la madera, la industria de la alimentación, la metalurgia, las actividades sanitarias, la fabricación de productos metálicos y en determinadas actividades de servicios personales (por ejemplo, las peluquerías).La asbestosis es la formación extensa de tejido cicatricial en los pulmones, causada por la aspiración del polvo de amianto.El amianto está compuesto de silicato de mineral fibroso de diversa naturaleza química. Cuando se inhala, las fibras de amianto se fijan profundamente en los pulmones, causando cicatrices. Las personas que trabajan con el amianto corren el riesgo de padecer enfermedades pulmonares. Los obreros que trabajan en la demolición de construcciones con aislamiento de amianto también tienen riesgo, aunque menor.La silicosis es la formación permanente de tejido cicatricial en los pulmones causada por la inhalación de polvo de sílice (cuarzo). Es la enfermedad profesional más antigua que se conoce, y se desarrolla en personas que han inhalado polvo de sílice durante muchos años. El polvo de sílice es el principal elemento que contiene la arena, por lo que la exposición es frecuente entre los mineros del metal, los cortadores de piedra arenisca y de granito, los obreros de las fundiciones y los alfareros.La dermatitis de contacto es una reacción de la piel ocasionada por la interacción externa con una sustancia química. Dermatitis por contacto ocupacional es la dermatitis causada por el trabajo o motivo de empeoramiento de una patología de la piel anterior.En todas las profesiones existe el riesgo de aparición de dermatitis profesionales, pero algunas de ellas, por el mayor número de trabajadores o por los productos que utilizan, tienen una mayor incidencia. Los sectores más afectados son: agricultura y ganadería, construcción y obras públicas, profesiones sanitarias, peluquería y trabajadores de plantas y maderas.