Son riesgos emergentes:• Partículas- Las nanopartículas ya se usan en múltiples aplicaciones. Pueden tener propiedades muy distintas de las de los mismos materiales a mayor escala. La investigación ha prestado muy poca atención a las cuestiones relacionadas con la salud y la seguridad, pero lo que es cierto es que las nanopartículas pueden entrar en el cuerpo humano. Pese a que se desconoce el alcance del daño, existen indicadores de que pueden provocar toxicidad, efectos cardiopulmonares, modificación de estructuras proteicas, efectos autoinmunitarios, estrés oxidativo y cánceres. Es preciso determinar las propiedades físico-químicas, toxicológicas y de comportamiento de cada tipo de nanopartículas y desarrollar métodos fiables de detección y medición en el medio ambiente y en el organismo humano.- Los gases de escape de motores diésel se clasifican como «probablemente cancerígenos» (clasificación CIIC). Es el cuarto agente cancerígeno más común hallado en el lugar de trabajo y puede causar cáncer de pulmón, además de otras lesiones pulmonares no cancerígenas.- Las fibras minerales artificiales.• Alérgenos y agentes sensibilizadores- La continua demanda de nuevas resinas epoxi por ejemplo, para la fabricación de adhesivos, pinturas, revestimientos y estructuras compuestas de polímeros puede provocar efectos negativos desconocidos en la salud. Las resinas epoxi son una causa importante de dermatitis alérgica por contacto de carácter profesional. La sensibilización de la piel, la irritación de los ojos y del tracto respiratorio, la urticaria de contacto, la rinitis y el asma también entran dentro de las enfermedades a las que se hace mención.- Los isocianatos se usan con frecuencia en la fabricación de espumas, fibras, elastómeros, materiales de aislamiento para edificios, pinturas y barnices. Se trata de fuertes sensibilizadores asociados al asma e irritantes de las membranas mucosas. El contacto directo con la piel puede causar graves inflamaciones y dermatitis.