La obstrucción de las vías respiratorias o atragantamiento impide que la sangre reciba el oxígeno necesario, lo que conlleva la muerte de los tejidos del cuerpo. Normalmente, la causa de una obstrucción es la comida u otro cuerpo sólido. Esta obstrucción puede ser de dos tipos: incompleta o completa.En la primera, el cuerpo extraño no tapa toda la entrada de aire, y la persona empieza a toser como mecanismo de defensa.La segunda, que es la que le ocurre al trabajador en cuestión, se produce cuando no entra ni sale aire de la boca y la persona no tose ni habla.Ante este supuesto lo que procede es practicar la maniobra de Heimlich, que consiste en empujar el cuerpo extraño hacia la tráquea y, por ende, hacia la salida, mediante la expulsión del aire que llena los pulmones.Se realiza de la siguiente manera:1º. Coger al accidentado por detrás y por debajo de los brazos. Colocar el puño cerrado cuatro dedos por encima de su ombligo, justo en la línea media del abdomen. Colocar la otra mano sobre el puño.2º. Reclinar al accidentado hacia adelante y efectuar una presión abdominal centrada hacia adentro y hacia arriba, a fin de presionar (de seis a ocho veces) el diafragma para provocar la tos artificial.3º. Continuar con la maniobra hasta conseguir la tos espontánea o hasta la pérdida de conocimiento.4º. En caso de pérdida de conocimiento se coloca al accidentado en posición de SVB (soporte vital básico), con la cabeza ladeada, y se sigue con la maniobra de Heimlich. En esta situación (de inconsciencia) se debe alternar la maniobra de Heimlich con la ventilación artificial (boca-boca), ya que es posible que la persona haya sufrido un paro respiratorio. Si se consigue introducir aire en los pulmones se iniciará el protocolo de SVB.